Todo empezó con mi gato Mateo, quien llegó a mi casa enfermo y moribundo un día. Caminaba siempre con la cabeza abajo, tambaleándose de un lado a otro. Por pura crueldad mi padre lo empezó a llamar "Gato Zombi". Lo llevé al veterinario, pero allí me dijeron que "Se Aliviará pronto".
En el segundo día, mi gato Mateo vomitó mucha sangre violenta y repentinamente contra el suelo, para después caer desplomado y agotado. No piensen mal de mí, planeé el llevarlo al veterinario nuevamente, pero, me quedé sin dinero.
Ya en el tercer día mi gato maullaba de dolor, secretando muchos mocos, saliva y lágrimas. No se podía mover. Yacía tendido en una cama suave y cómoda que yo mismo le había hecho.
Y ahora me doy cuenta… El Sol no ha salido.
En el cuarto día, es decir, hoy, fue cuando mi gato explotó en pedazos y expulsó a esa criatura negra y sangrienta con manos como rastrillos. Salí por una de las ventanas de mi casa, cuando avisté a Jorge Williams y a Bill Watson avisándole a todas las personas del pueblo lo que sucedía con el Sol.
TheSoleyFone Horror Art 06/10/2020