Demon Family Wiki
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Era una tarde soleada y calmada. El silencio predominaba en el ambiente, y en casa se hallaban padre e hijo pasando un rato agradable después de un día largo. Daniel y su hijo Mateo de 10 años, ambos se encontraban en el cuarto del niño viendo el álbum familiar.

El padre había rebuscando entre las cosas viejas y encontró aquel álbum familiar el cual no veía desde hace bastante tiempo y el cual casi nunca le había mostrado a su hijo, así que no era mala idea compartir la historia de la familia con su querido Mateo, mostrándole familiares cercanos, lejanos, algunos ya fallecidos y otros aun vivos. Al principio, Mateo pareció impresionado y encantado con todas esas fotos tras fotos con increíbles historias pegadas en las páginas del libro que por cierto era grande y muy grueso. Pero después de un tiempo se fue aburriendo más y más; hasta el punto de no querer mirar las fotos.

El padre insistió a su hijo que aún faltaban las fotos de su nacimiento, pero Mateo ya no parecía ni remotamente interesado en ese álbum familiar, de hecho, en algún momento de la charla el niño dijo “No quiero volver a ver esas fotos jamás!”. El padre extrañado, accedió y guardó el libro de fotos, e invitó a su hijo a ir a comer helado y pasear por el parque.

Desde ese momento el día transcurrió con normalidad si no fuera por un pequeño detalle que al principio pasó desapercibido por el padre. Resulta que Mateo Había tomado un comportamiento asustadizo y nervioso, y en el día se la pasó mirando de lado a lado, con una expresión de preocupación. Sin embargo nada de esto se comparó con lo que pasó en medio de la noche mientras dormían. Mateo había despertado gritando y llorando descontroladamente. Cuando Daniel el padre fue apresuradamente al cuarto de su hijo, lo encontró temblando aterrorizado.

Cuando el padre le preguntó a su hijo qué era lo que pasaba, Mateo decía que estaba teniendo sueños rarísimos, y decía que una cosa andaba en la casa, que no estaban solos. Había una presencia que emergía desde algún lugar desconocido y venía por el chico, y la presencia era horrible, decía Mateo. El padre lo calmó diciéndole que solo se trataba de una pesadilla, y todo se quedaba hasta allí y en lo que quedaba de noche los dos podían conciliar el sueño medianamente bien.

Sin embargo, estas pesadillas se prolongaron por noches y noches, en las que ya Mateo aseguraba que aquella presencia que venía por él, era real y que no se iba a detener hasta que se lo llevará lejos. Y siempre recalcaba la fealdad de esa cosa, “Papá, esa cosa es fea. Muy fea”.

Daniel nunca le prestó mucha atención a su hijo, hasta que una tarde el pequeño Mateo fue sorprendido tratando de quemar el álbum familiar. El padre le arrebató el libro y le preguntó a su hijo: “Bueno Mateo, ¿Y a ti qué te pasa ahora?” a lo que el niño respondió con voz temblorosa “No quiero que esa presencia me siga persiguiendo papá. Esa presencia está también en las fotos y debo quemarlas para que no me siga persiguiendo”. La expresión de Daniel se mareó, y ya desesperado, le propuso a su hijo ver ambos las supuestas fotos en donde aparecía la presencia fea de la que hablaba. Al principio Mateo se negó rotundamente, pero el padre le insistió hasta el hartajo hasta que finalmente ambos abrieron el álbum y se pusieron a verlo.

Tardó un poco, pero después de haber pasado unas páginas finalmente Mateo se horrorizó y comenzó a señalar fotos, fotos en las que aparecía algo tras los cuerpos de los familiares. Y pasaba las páginas y seguía señalando con su pequeño dedo las fotos. No eran muchas fotos señaladas, por lo menos había una foto señalada por el chico en cada dos páginas. Y decía cada vez que señalaba “Aquí está papá. Míralo, míralo”. Y ambos veían. El padre tenía ya una cara de espanto total, aún más que la del hijo, y en un momento cuando llegaron a las fotos del nacimiento de Mateo, es que el niño decidió no mirar más.

El chico le rogó a su padre encarecidamente ayudarlo, y el padre, abrazándolo le respondió, diciéndole que lo iba a ayudar lo mejor posible.

Desde ese día el padre comenzó a llevar a Mateo al psicólogo, diciéndole que así le ganarían a la presencia que lo atormentaba. Pero lo que en realidad pasaba era que Daniel el padre, mientras veía con su hijo las fotos, nunca vio nada fuera de lo normal. Su hijo señalaba lugares totalmente vacíos en donde claramente no había presencias. Así sacando la conclusión de que su hijo imaginaba cosas, o tenía algún nivel de enfermedad que le hacía tener alucinaciones visuales.

Nada podía estar más lejos de la realidad. Una noche finalmente algo realmente trágico y horrible pasó. Mateo despertó de nuevo gritando y llorando, pero esta vez había algo distinto, pasa que los gritos del chico eran muy fuertes, y pedían ayuda su padre de manera frenética. Daniel como ya era costumbre saltó de las sabanas de su cama y fue al cuarto de su hijo, solo para encontrar el horror. Mateo estaba en la cama, pero no era un Mateo normal, de hecho, no se sabe si en realidad era Mateo. Al fin y al cabo en la cama se encontraba un muñeco de tela del tamaño del chico y con la misma apariencia y ropa del niño, una réplica de Mateo hecha muñeco.



La historia terminaría aquí, pero algo más sucedió unas semanas después. Daniel, después de la terrible desesperación y tristeza que lo había invadido desde que su hijo desapareció, es que finalmente con la cordura a gotas de rompérsele, contrató a una médium con supuestos poderes para que lo ayudara a comprender la situación. Cuando el padre le mostró a la médium las fotos del álbum familiar, la mujer se quedó petrificada y en silencio observando página por página. Cuando Daniel le preguntó qué pasaba, la médium le preguntó “¿Conoces muy bien a estas personas?” señalándole distintas fotos de familiares y conocidos, entre las cuales había una de su hijo Mateo nacido. “Sí, a algunos no tanto, pero a la mayoría los conozco bien. Sin embargo todos ellos están muert…” se detuvo el padre cuando la mujer comenzó a asentir con la cabeza en esa última parte. “¿Todos los que aparecen en las fotos que te mostré están muertos? bueno. Pues al lado de todos ellos aparece una figura horriblemente malévola”.

Unnamed (1)


Desde ese día Daniel encendió en llamas el álbum familiar por completo.






Ed dead (Happy Halloween 🎃)

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